Tuve una de esas escasas oportunidades de observar y fotografiar la elaboración de los famosos cigarros cubanos durante varios de los Festivales del Habano que se realizan una vez al año en la isla.

El tabaco cubano debe su prestigio, único en la región, a un sabor y aroma extraordinarios para los conocedores. Con esa planta “mágica” se inició la fabricación de cigarros, de manera mecánica, en principio para la población cubana, con el sistema de prensado Farias de tripa corta en 1889. 

A lo largo de los años, su producción evolucionó y derivó en diferentes variaciones, y con el triunfo de la Revolución cubana en 1959, se convierte en una industria de marcas exclusivas y de calidad. 

Alrededor de 30.000 hectáreas de tierras del país caribeño están destinadas para el cultivo de tan apreciada planta. El proceso de cultivo, secado y elaboración de los habanos es un orgullo nacional, dirigido por la empresa estatal Tabacuba. La comercialización, por su parte, la desarrollan en conjunto la empresa mixta cubana Habana S.A. junto con la compañía británica Imperial Brands, que venden los habanos por el mundo entero, en 150 países, excepto Estados Unidos. Sus mejores clientes son España, Francia, China y Alemania, entre otros. 

Alrededor de 30.000 hectáreas de tierras del país caribeño están destinadas para el cultivo de tan apreciada planta. El proceso de cultivo, secado y elaboración de los habanos es un orgullo nacional, dirigido por la empresa estatal Tabacuba.

A raíz de su éxito, Cuba hace cada año el ya muy reconocido y anhelado Festival del Habano. A ese festival, al final de la temporada del tabaco en el mes de febrero, llegan turistas y periodistas acreditados de todas partes del mundo, para conocer las vigías o fincas tabacaleras y luego las fábricas, donde miles de cubanos trabajan en la elaboración del habano a partir de la hoja seca y luego los ponen en sus respectivas cajas listas para ser vendidas a sus exigentes clientes. Es la única oportunidad que brinda el Gobierno cubano de entrar a una fábrica y conocer de primera mano cómo hacen cada tabaco. 

Hay dos tipos de elaboración: los que se procesan en máquinas, y que son consumidos por la población del país, y los que se fabrican a mano, que son los más apetecidos por los fumadores extranjeros. El secreto de su aroma único está en la mezcla de sus hojas secas. 

La del tabaco es una industria muy importante para la economía cubana. En 2019, se estimó que las ventas alcanzaron una cifra de 531 millones de dólares, según el último informe presentado durante el festival de 2020. Hoy en día, cuenta con 27 marcas exclusivas, con tabacos denominados como Premium, hechos totalmente a mano por cubanos. Las marcas más vendidas son Cohiba, Montecristo, Romeo y Julieta y Partagás.