Han pasado diez años desde el vergonzoso ‘reboot’ de 2015 con Miles Teller, Michael B. Jordan, Kate Mara y Jamie Bell que nos hizo pensar que la versión anterior, con el cuarteto de Ioan Gruffud, Jessica Alba, Chris Evans (pre-Capitán América) y Michael Chiklis que nos dio dos títulos amables en 2005 y 2007, sería lo mejor posible para estos personajes. Hay una versión previa de 1994 nunca estrenada pero disponible en Internet que tiene el encanto B de todo lo tocado por el finado Roger Corman.
Las cintas de 2005 y 2007 tienen su público en América Latina, sobre todo si has cenado en algún restaurante que transmita la señal de Fox, donde las repiten ad infinitum.
Los 4 Fantásticos: Primeros pasos llegan de la mano de Mark Shankman, director familiarizado con las ondas retro gracias a su trabajo al mando de la serie ‘WandaVision’, y tiene mucho sentido, porque este nuevo inicio se ubica en un pasado estilo años 60 en la Tierra-828, no en la Tierra-616 (en la que nos encontramos); por eso todo luce más tecnificado y Manhattan no es exactamente como la conocemos. La visión de Shankman reviste además las urgencias adrenalínicas de todo blockbuster de medio año con los prodigios de producción de otro título retrofuturista de Marvel, la también serie Loki.
Por fin tenemos un Galactus en toda forma y no la insinuación casi surrealista que recibimos del personaje en Los 4 Fantásticos y Silver Surfer –donde se le vio solo como una gran tormeta espacial–: llega gracias a Ralph Ineson, actor británico que hemos visto en series como Juego de tronos, quien le imprime una gravedad al personaje muy en línea por lo hecho por otros grandes como James Earl Jones. Antes, llegará para anunciar el fin de la Tierra la heraldo de Galactus, Silver Surfer. Como estamos en un universo alterno, no tendremos a Norrin Radd (el Silver Surfer clásico), sino a Shalla-Bal, versión femenina aquí encarnada por la magnífica Julia Garner.
Si algo aporta el ubicuo Pedro Pascal al nuevo cuarteto es su gravedad dramática como Reed Richards, algo que no pudieron darle Gruffud ni Teller. Vanessa Kirby es la Mujer Invisible y mujer de Richards y en su caso el tema es distinto. Sofisticada y elegante dentro como fuera de pantallas, Kirby no encaja del todo en un rol que le exige movilidad y destreza, lo mismo que Joseph Quinn como la Antorcha Humana, el más extraviado de los roles en pantallas, con licencia para querer encender fuegos propios con la Silver Surfer, pero sin realmente prender nada nunca –su rostro extraviado y poco convencido es lo más deconcertante del filme. Algo de la vaporosa exquisitez natural de Kirby le sirve más adelante cuando la vemos más reposada debido a la maternidad de su personaje. La Mole, a cargo de Ebon Moss-Bachrach, es un personaje que no tiene pierde.
A pesasr de sus falencias, disfruté mucho de Los 4 Fantásticos: Primeros pasos por el balance entre la impronta actoral de Pascal junto al resto de dudosas elecciones del elenco y por los denodados esfuerzos digitales y de escenografías para darnos un producto que vale el precio de una entrada. Pero si escarbo en por qué este filme destacará en los recuentos de fin de año, saludo que Primeros pasos no solo presenta un retrato estilizado y visualmente estimulante, sino que también se sumerge en territorios existenciales que pocas veces encuentra el cine de superhéroes: la fragmentación del yo, la dialéctica entre poder y vulnerabilidad, y la búsqueda colectiva de propósito frente al abismo universal que encarna Galactus, quien se presenta como una amenaza descomunal: un devorador de planetas de unos 14 mil millones de años de edad, remanente de un universo anterior a la Tierra-828.
A su lado, Thanos queda como un matón picaresco. Los 4 Fantásticos: Primeros pasos queda como un prometedor aperitivo para Avengers: Doomsday de 2026. Calentamos motores.
Calificación: 4/5