En esta historia no habrá ningún milagro.
En esta historia hay una mujer morena de pelo lacio y negro que camina entre la multitud. Tiene el mentón al cielo y, desde hace ocho años, un don que fue creciendo progresivamente y que la distingue del resto de los mortales. Ella no quiere hablar con ligereza de la imposición de manos, pero las miles de personas que llegaron al predio y están desde la madrugada en carpas, sillas, camionetas y buses esperan por una sanación.
Su vida era normal en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, la ciudad que registró en 2023 una tasa de homicidios intencionales que quintuplicó la media nacional: 259 homicidios dolosos. Según la información que elabora el Observatorio de Seguridad Pública (OSP) de Santa Fe, la tasa de homicidios fue de 22 muertes cada 100.000 habitantes, en tanto que el promedio del país fue de 4,2.
Hasta que un día ocurrió un milagro.
En la ciudad costera, húmeda, portuaria y cuna de la Bandera argentina, la mujer que nació en 1979 se prepara para brindar una oración cantada. Ella es Leda Bergonzi, madre de cinco hijos, católica y carismática. En el salón no entra la luz del sol de las cuatro de la tarde. Hay dos pantallas gigantes a los costados del escenario. Leda ingresa caminando lento desde el fondo por un pasillo central que divide la multitud. La gente se pone de pie. Por los altoparlantes están rezando el Ave María. Al llegar al altar, periodistas, camarógrafos de televisión y fieles con teléfonos móviles que graban las escena, la rodean.
Equipos televisivos de distintos países de Latinoamérica llegaron hasta el predio ferial Parque Independencia de Rosario.
Una mujer llega hasta Leda y la abraza. Se abrazan. Leda le habla al oído. Luego, le apoya su mano derecha en la frente. La mujer se desploma. Un asistente dice: “Bajá la cámara”. Stop.
―¿Por qué fuiste la elegida?
―Eso no lo sé. Eso hay que preguntárselo a Dios. Hace ocho años que estoy transitando este carisma. Hoy, la repercusión, la sanación y los milagros hicieron que mucha más gente venga en búsqueda de todo este ‘mover espiritual’.
―¿Cómo fue que recibiste este don? ¿Qué fue lo que sentiste? ¿Cómo se manifestó?
―En una oración común. En una oración cotidiana. Mi vida era muy normal. Y es muy normal, más allá de esto, que ahora se va como maximizando. Fue progresivo. Después fue creciendo. Y bueno, acá estamos…
Estamos en el Predio Ferial Parque de la Independencia. Es el 26 de septiembre de 2023. Somos un grupo de más de veinte periodistas de distintas regiones de Argentina y tres equipos televisivos de Chile. Recién finaliza la misa. Lo que sigue es la esperada oración cantada por Leda. Nos agolpamos en un pequeño espacio que es la antesala de uno de los dos salones donde hubo misa. Rodeamos a Leda para hablar cara a cara.
―¿Qué haces Leda en tu vida cotidiana?
―Igual que ustedes. Igual que ustedes. Soy mamá. Trabajo, por ahora. Por ahora trabajo. Pero hace mucho tiempo que nosotros trabajamos en misiones, trabajamos en los barrios, en las periferias, comedores. Hoy por hoy no estamos en ningún barrio porque todo esto fue progresivo. Y es como que va marcando un rumbo…
Dentro de la Iglesia
Los periodistas interrumpen a Leda. Se atragantan con las preguntas. La repercusión por su aparición es vertiginosa. La Municipalidad de Rosario decidió habilitar el predio de la ex-Rural, sitio que perteneció a la Sociedad Rural que fue inaugurado en 1902 para la realización de la Primera Exposición Feria Rural, Ganadera, Agrícola e Industrial, como escenario de una larga vigilia para miles de personas que llegan a la ciudad. Las exposiciones rurales se hicieron hasta 1996, fecha en que no fue renovada la concesión del predio por disposición de las autoridades municipales. Ahora, el grupo de oración Soplo de Dios Viviente organiza el encuentro espiritual que incluyó la misa de las 16:30. Quienes antes se reunían en una pequeña parroquia del antiguo barrio de Pichincha y luego en la Catedral, ahora tuvieron que mudarse. El fenómeno no para de crecer. La mujer laica que enciende el deseo de salud y bienestar para miles de creyentes escucha las preguntas y responde.
―¿Cuál es tu relación con la Iglesia Católica? ¿Estás certificada, aprobada por la Iglesia Católica?
—¿Viste recién la misa? Eso quiere decir que la Iglesia está con nosotros. Si no, no hubiesen compartido una Santa Eucaristía. Vamos caminando con el obispo, con los sacerdotes…
El Arzobispado de Rosario emitió en septiembre de 2023 un comunicado en donde asegura que el fenómeno religioso de Leda se da dentro del marco de la Iglesia Católica. “Dentro de la Iglesia hay diversas expresiones, grupos. Uno de esos grupos, de carácter carismático, es la comunidad Soplo de Dios Viviente”, comienza el escrito.
La rápida reacción del Arzobispado ante el fenómeno tiene que ver “con encuadrar y ponerle algunos márgenes para poder definirlo dentro de la Iglesia”, sostiene Sofía Fernández, licenciada en Antropología por la Universidad Nacional de Rosario y docente titular de la asignatura Corrientes Antropológicas III. “Algunas de sus sanaciones se han hecho, en principio, en la iglesia Catedral, que es un espacio muy tradicional”, agrega. ¿Un espacio difícil de acceder para una sanadora?
Ingreso de Leda Bergonzi al salón principal antes de realizar su oración cantada.
“En las primeras comunidades cristianas, como es el caso de la comunidad de Corintio, el Espíritu Santo derramaba dones y carismas para la edificación de la Iglesia, para el servicio del bien común de la obra evangelizadora. Para ello basta consultar la Primera carta a los Corintios capítulos 12 al 14. En esos párrafos de la Sagrada Escritura, entre otras cosas, dice: ‘A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad’ (Cf. I Cor 12,7-11) (a cualquier miembro de la comunidad, sea varón o mujer)”, se argumenta en el comunicado del Arzobispado que avala a Leda.
“Dentro de la comunidad Soplo de Dios Viviente, se comenzaron a experimentar algunos de estos carismas, en particular en la persona de la Sra. Leda Bergonzi”, describe el comunicado. “La Iglesia de Rosario, viendo los frutos buenos que produce en mucha gente, acompaña este fenómeno para ir discerniendo la profundidad y solidez del mismo”.
Según Silvia Montenegro, licenciada en Antropología por la Universidad Nacional de Rosario, doctora en sociología por la Universidade Federal Rio de Janeiro e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Iglesia tiene una dinámica muy aceitada para lidiar con el surgimiento de este tipo de figuras dentro de su institución. “No son fenómenos desdeñables, atraen mucha gente y finalmente acercan fieles a la religión. Lo que vemos respecto a Leda es más o menos ‘el protocolo’ tradicional, que consiste en acompañar el fenómeno siempre que no entre en contradicciones con el mensaje institucional, puede sí enfatizar alguna u otra práctica o creencias, pero no contradecir postulados o posicionamientos básicos de la institución”.
— ¿Por qué crees que Dios te eligió?
— No tengo una respuesta definitiva para eso, es algo que solo Dios sabe. He estado siguiendo este camino durante ocho años, y los milagros y sanidades que ocurren han atraído a más personas a este movimiento espiritual.
No existen creencias erróneas
¿Cómo entender el fenómeno? Leda canta y eclipsa. Luego de la misa del sacerdote Juan José Calandra, Leda despliega una oración cantada. Allí hay exaltación a las figuras católicas de Dios, Jesús, la Virgen María, el Espíritu Santo. Luego, procede a lo que son las bendiciones de miles y miles de personas. Bendice a cada uno de los que concurren. Todas las personas pasan frente a Leda. La jornada se extiende hasta la madrugada.
“A mí me produce admiración, conmoción, sorpresa. Porque no se puede ser insensible al ver tantas personas y, sobre todo, la entrega de las personas y la entrega de la misma Leda. Más allá de lo que una cree, más allá de si se tiene fe o no, el hecho mismo de advertir la fe de los demás, es realmente movilizante”, dice la periodista Sabrina Ferrarese, quien escribió el libro Leda. La fe y la sanación junto a su colega Araceli Colombo.
Miles de fieles se acercan todos los martes al predio ferial Parque Independencia cedido por la Municipalidad de Rosario, luego de que se desbordara la Catedral de la ciudad.
Silvia Montenegro describe que el análisis de distintos sistemas de creencias y prácticas (en nuestra y en otras culturas) “constituye un tema clásico desde los orígenes de la antropología y la sociología”. “Partimos de varios consensos, no existen creencias erróneas, todas son verdaderas para quienes las profesan; el abordaje de estos fenómenos se realiza a partir del trabajo de campo, es decir, de la observación empírica de las prácticas y el análisis de las creencias y cosmologías. La aparición de figuras vinculadas a la sanación, vistas como receptoras de carismas, mediadoras, que dispensan bendiciones o transmiten santidad es un fenómeno sumamente corriente en distintas tradiciones religiosas. Algunos de estos fenómenos se tornan más conocidos, porque son amplificados por los medios de comunicación o porque al comienzo aparecen como disidencias que luego pueden llegar a burocratizar e institucionalizarse, ‘normalizándose’ por ejemplo dentro de la Iglesia”, agrega la antropóloga.
La pobreza y la riqueza
Rosario, el sitio donde nació y vivió su infancia Leo Messi, el lugar que Fito Paéz bautizó como “la ciudad de los pobres corazones” luego de que mataran a su abuela y a su tía en 1986 está hoy marcado por los enfrentamientos narcos, la violencia urbana y por los indicadores de pobreza y marginalidad que siguen creciendo. Las villas miserias se entrelazan con los rascacielos que son los balcones de los millonarios para contemplar el río Paraná.
Rosario es una ciudad de contrastes. Durante el primer trimestre de 2023 la tasa de indigencia llegó al 6,2%. La situación social empeoró y duplicó sus indicadores respecto del 2022. El 33,5% de la población es pobre, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Pero también el Gran Rosario ocupa el segundo puesto del ranking mundial de nodos portuarios agroexportadores. Con embarques de soja, maíz, trigo, harinas y aceites por 69,1 toneladas métricas, solo es superado por el puerto de Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos. El alimento no falta, pero se exporta. Y sale hacia el mundo a través del Paraná.
En relación al contexto crítico, económico, social, Ferrarese dice que, en un principio, observaban lo que sucedía en los encuentros con Leda “como si fuese la otra cara de la escena cruenta y violenta que contamos desde los medios de comunicación cotidianamente”. Sin embargo, con el paso del tiempo y el análisis más profundo, advirtieron que no son caras contrarias, sino que son facetas de una misma ciudad. “Una ciudad en la que muchas personas resuelven sus conflictos desde la violencia, una ciudad donde prima muchas veces la ilegalidad, una ciudad donde matar es un trámite o un trabajo, esa misma ciudad tiene otras caras que se revelan en esta búsqueda que se ve en la gente que va a acercarse a Leda, que va a buscar a Dios y que confía en la intersección de Leda”, describe Ferrarese.
“No creo que la violencia, la pobreza y la ausencia de Estado expliquen este fenómeno, no hay una relación histórica entre las crisis y el surgimiento de estos casos”, sostiene Montenegro. “Sí creo que tenemos que prestar atención a lo que observamos en las reuniones. Asistí a algunas tanto en la Catedral como en la Rural, es claro que la mayoría de los seguidores pertenecen a una franja etaria bastante definida, son personas por arriba de los 50 años en su gran mayoría, de clase media o trabajadora, pero no predominan sectores vulnerables vivenciando situaciones de pobreza, ni tampoco predominan los jóvenes. Por otro lado, conversando en las filas de espera para entrar en la Rural, o incluso adentro entre quienes esperan ingresar a los salones, fue claro que quienes viajan o se trasladan para recibir las bendiciones de Leda participan de otros fenómenos similares”, agrega.
El ritual
“Son pocas las iglesias en Rosario que tienen avivamientos carismáticos”, describe Sofía Fernández. Y agrega: “Quienes participan y las miles de personas que van y esperan la oración de Leda tal vez no sean todos católicos. Muchos de aquellos que van a la bendición de la Iglesia, es probable que sean también miembros de cultos evangélicos, no católicos, cristianos, y que se sienten muy identificados”.
―¿Cómo te preparás para venir?
―No me quedo con nada de todo lo que yo vivo acá. Mi oración personal es la misma de todos los días. No es que me preparo de otra manera. De hecho, todo lo que van a vivir, que me gustaría que lo vivan para que lo cuenten ustedes, son oraciones inspiradas. O sea, no están preparadas. Entonces, es como que, bueno, vengo.
―¿Por qué pones las manos? ¿Qué es lo que pasa ahí?
―Realmente es un tema que yo no quiero tocar. Porque es un tema medio delicado. Me parece que no es para hablarlo así, tan livianamente. Más que nada, por una cuestión de respeto.
―¿Te cuesta dormirte?
―No, no. Y al día siguiente me lo reservo para mí, para estar más tranqui. Tranquila en mi casa, con mis hijos.
Rosario, la otra cara de la violencia. Cada vez que los fieles se acercan a Leda para saludarla en la previa ritual, con espontaneidad responde cada muestra de afecto y cariño.
Fernández reconoce en la cadencia, en la elección lexical, en el ritualismo y en las técnicas corporales de Leda mucho de lo que vio en su experiencia como antropóloga cuando analizó los rituales pentecostales en las barriadas de Rosario. “Las iglesias pentecostales, evangélicas, tienen un crecimiento mucho más autónomo. La Iglesia Católica es, en general, más doctrinal, su liturgia es fija. Las iglesias evangélicas tienen una cuestión mucho menos intelectualista. Es decir, se puede presentar uno como pastor, hay una lectura individual de la Biblia y, generalmente, los cultos aparecen en los barrios, en casas, en edificaciones muy precarias”.
En tanto, Montenegro cree que muchas de estas personas, en su mayoría visitan otros ‘sanadores’ y conocen muy bien los circuitos de sanación, comparan la eficacia de unos y otros y viajan en grupos organizados de turismo religioso que, a veces, incluyen la visita a más de una de estas figuras en distintos puntos del país. “Se trata de espiritualidades abiertas, que se conectan por medio de un lenguaje común, por ejemplo, la idea de la enfermedad como relacionada a la falta de perdón es una idea común en distintas formas de espiritualidad orientadas al bienestar, como las terapias de vidas pasadas, las constelaciones familiares, registros akáshicos y otras prácticas que apelan a la capacidad del individuo para lograr su propio bienestar”, agrega.
“El lenguaje de la sanación y el del logro del bienestar son centrales aquí. Se los considera estados a los cuales los sujetos pueden arribar a pesar de las dificultades que debían aceptar, son facilitados por el intercesor, pero dependen de que la persona recepcione al espíritu, deje entrar al soplo de Dios”, agrega Montenegro. “Los fieles lo asumen como algo instantáneo o duradero, que se produce frente a la persona que lo facilita, pero proviene de la fuerza superior de Dios. Podemos resumirlo en una idea que se repite en los encuentros al anunciar esa presencia del espíritu: deja que el espíritu entre”.
Para Ferrarese, una de las autoras del libro sobre Leda, en Rosario hay personas que quieren vivir de otra manera. La transformación personal que se busca es una especie de camino. “Rosario es una ciudad donde sucede todo al mismo tiempo. Tampoco es imposible o descabellado pensar que algunas de las personas que protagonizaron hechos violentos también puedan recurrir a la espiritualidad para subsanar algunas heridas. Creo que, como dice Leda, ella siempre invita a los pecadores, no a las personas que tienen resuelta su vida, sino a las personas que transitan momentos oscuros. La bienvenida se la da a todas y a todos”, dice la periodista y escritora.
El bien y el mal
Esta historia puede comenzar desde muchos espacios, lugares, personas, anécdotas, hitos o milagros. Pero, como dije, esta historia no tiene ningún milagro. Entonces, la historia termina a través de un comienzo. El día que Juan Manuel Massa, un exfutbolista que jugó en Argentino de Rosario, Rosario Central, Alianza Atlético de Perú, Liciakos de Grecia y en el ascenso de España, conoció a Leda.
Era 2019 y aún el mundo no había padecido la pandemia del COVID-19. Juan Manuel descubrió el grupo de oración Soplo de Dios. Mientras buscaba un milagro, encontró un folleto con una fecha y un horario. Llamó por teléfono a la Iglesia del Carmen.
―Yo soy Andrea, nos juntamos los martes.
―Me estoy yendo de vacaciones, no puedo ir.
―Vamos a rezar por vos. Si querés venir algún martes, a las siete estamos acá.
Durante el viaje ese milagro “medio imposible” ocurrió. Entonces cuando volvió fue hasta la iglesia para agradecer. Llegó, habló con Andrea y ella le dijo: “Ahora va a haber la oración. Y después de la oración la bendición”. “¿Qué será esto? Debe ser medio plomo”, pensó Juan Manuel. Pero se quedó.
El salón principal del Predio Ferial Parque Independencia es el espacio donde miles de fieles se acercan desde distintas regiones de Argentina y de países limítrofes. Desde el año pasado comenzaron a llegar hasta Rosario muchos creyentes en búsqueda de un milagro.
“Cuando escuché que una mujer cantaba tuve la sensación de algo que me traspasó, que no sé describir. No me quería ir, no quería que eso se terminara. Escuchaba un montón de mensajes, como si me estuvieran hablando a mí. Como si alguien me conociera, o cosas que yo nunca había contado. Mayor aún la sorpresa, cuando veo que después se para una mujer y empieza a dar la bendición”, recuerda el exfutbolista que actualmente es entrenador de arqueros en Independiente de Rivadavia de Mendoza.
La experiencia le dejó una sensación de paz que lo llevó a esperar con ansias los martes, días en los que se sumergía en la espiritualidad del grupo. Participó en un retiro espiritual en diciembre de 2019, donde sintió una profunda paz que marcó su alma. A pesar del encierro y la cuarentena por la pandemia de coronavirus en 2020, continuó activo en el grupo. Hasta que en abril de 2021 compartió la Semana Santa con Leda. Allí hubo charlas de cinco o seis horas diarias, donde Leda expresó su deseo de rezar y compartir.
Durante un tiempo, Leda vivió en Ushuaia. Si bien siempre fue creyente, en ciertos momentos de su vida, estuvo más alejada de la iglesia. Pero mientras vivía en la ciudad más austral del mundo algo ocurrió. Alguien le dijo que tenía una buena voz para cantar y le sugirió que fuera a la iglesia. Comenzó a ir a cantar y cada vez que concurría se sentía mejor. Así que empezó a acercarse más y más. Así inició un camino de conversión, participando en grupos carismáticos.
Según Juan Manuel, un día Leda vio a una persona a través de la ventanilla de un bus y comenzó a percibir lo que le estaba sucediendo a ese hombre: “Observó la tristeza o el sufrimiento de esa persona. Se sorprendió, no entendía nada. Comenzó a recibir el carisma y fue todo un descubrimiento. ‘¿Esto que me está pasando es real?’, se preguntó. Luego, experimentó situaciones similares, acercándose más a la fe”.
Leda llegó a pensar que se había vuelto loca. “El sacerdote que actualmente la acompaña en las misas es el padre José Calandra y la ayudó a discernir. Él la acompañó en este proceso y sintió algo muy especial. El sacerdote empezó a acompañarla y no se separó nunca más”, recuerda Juan Manuel. El discernimiento es un don del Espíritu Santo. Es un ejercicio espiritual de búsqueda de la presencia de Dios.
Según el Arzobispado de Rosario “el carisma de ‘oración por liberación’ consiste en la súplica dirigida al Señor Jesús para que libere a la persona de las influencias y acechanzas del demonio”. En cuanto al “carisma de don de lenguas es fundamentalmente un carisma para glorificar, alabar a Dios”.
“En el contexto de las reuniones de oración, en un clima de entrega y fe absoluta en Jesús que vive y en su Espíritu que actúa, y en un ambiente de comunión fraterna el que tiene el ‘carisma de curaciones’ no actúa solo; la comunidad lo asiste y acompaña. Se trata de vivir intensamente unidos en la fe, la esperanza y el amor, como hermanos, y en una relación personal con Dios vivo que transforma el corazón y que tiene poder para sanar las almas y los cuerpos. Si se producen sanaciones físicas, es mayor el número de las sanaciones espirituales, interiores y síquicas”, describe el Arzobispado en el comunicado sobre Leda.
Todo comenzó con cinco o seis personas. Y Juan Manuel Massa estuvo allí. Él cuenta que el carisma de Leda se fue potenciando. En los inicios, la bendición era mucho más extensa. Solo concurrían 50 personas. Hoy en día, la bendición dura entre tres y seis segundos. “Solo Dios sabe cómo ora. Hemos presenciado cosas increíbles. Cosas fantásticas que han sucedido. Y lo maravilloso de esto es que ella termina y no sabe lo que dijo”.