La canción “I’m Not In Love” tiene su origen en un reclamo.
Gloria y Eric Stewart eran una pareja joven y estable de Manchester, cuya rutina solo se veía alterada cuando el músico salía de gira con el grupo 10cc y se ausentaba del hogar durante varias semanas. Una tarde otoñal de 1974, mientras ambos disfrutaban del infaltable té vespertino, Gloria le dijo a su marido que extrañaba que le dijera “te amo”. Stewart, atónito ante semejante reclamo, le respondió que si lo hiciera todos los días “sonaría simplista y complaciente”. Gloria, para no dañar el momento, asintió y dejó el asunto en el olvido. Pero a Eric el tema le quedó sonando y empezó a preguntarse cómo podría decirle a su esposa que le amaba sin hacerlo de forma literal, sin recurrir a lugares comunes. Esa conversación retórica y existencial de Stewart consigo mismo, es el origen de una de las canciones más influyentes y trascendentales de la historia del rock.
Una tarde otoñal de 1974, mientras ambos disfrutaban del infaltable té vespertino, Gloria le dijo a su marido que extrañaba que le dijera “te amo”.
Dos años antes del reclamo de Gloria a Eric, los recién formados 10cc buscaban abrirse camino en el exigente mercado musical británico. Cada uno de los cuatro integrantes del grupo contaba con experiencias previas en agrupaciones que en los años sesenta alcanzaron a tener cierta relevancia en listas inglesas, como fue el caso de Wayne Fontana and the Mindbenders, de donde salió Eric Stewart, o los Marmalade en donde se formó Graham Gouldman, futuro bajista de los 10cc. Una tarde, mientras Gouldman y Stewart trabajaban en una canción en los estudios de Stockport, se encontraron con Lol Creme y Kevin Godley, dos viejos conocidos de la secundaria, que también se dedicaban a la música. Para hacer la historia corta, los cuatro descubrieron que tenían intereses en común y decidieron formar una banda a la que bautizaron Hotlegs, que luego pasó a llamarse 10cc.
Gouldman y Stewart se encontraron con Lol Creme y Kevin Godley, dos viejos conocidos de la secundaria.
Gouldman y Stewart se dieron cuenta de que Creme y Godley tenían una tendencia a desarrollar sus composiciones de forma experimental, saliéndose de los cánones establecidos del pop y utilizando métodos más cercanos a la música clásica que a las corrientes dominantes del rock. Esa libertad creativa les dio las bases para componer la canción “Neanderthal Man”, un ejercicio de experimentación en el estudio que incluía desde el tempo y la afinación en la que se interpretó, hasta la forma como fue producida. Sin esperar mucho de la canción, al cabo de unas semanas se enteraron de que llegó al número 2 en listas de popularidad, con ventas que superaron el medio millón de copias. Acababan de abrir la caja de Pandora y no había vuelta atrás.
Parte del éxito de esa canción estuvo en el trabajo que se hizo en el estudio para construirla a partir de un ejercicio que sobreponía capas de la batería sobre la voz, el instrumento que lidera el ritmo, con una guitarra rasgueada que años más tarde replicaría Marc Bolan en la banda T-Rex. Las conexiones son irrefutables.
Esa libertad creativa les dio las bases para componer la canción “Neanderthal Man”, un ejercicio de experimentación en el estudio que incluía desde el tempo y la afinación en la que se interpretó, hasta la forma como fue producida.
Al grupo 10cc le faltaba un mánager, un hombre de negocios que se encargara de darle ganancias monetarias a su talento. Entonces sus integrantes se cruzaron en el camino con Jonathan King, dueño de UK Records y el hombre que le dio una mano a Genesis de Peter Gabriel. Firmaron para producir dos álbumes en estudio con la promesa de una prórroga si las ventas les favorecían. El debut del trabajo homónimo de 10cc se lanzó en julio de 1973, con un impacto menor en listas inglesas, a pesar del éxito de “Donna” y “Rubber Bullets” que llegó al número 1 en Inglaterra y logró colarse en listas de mediana popularidad en Estados Unidos.
Con Jonathan King, dueño de UK Records, firmaron para producir dos álbumes en estudio con la promesa de una prórroga si las ventas les favorecían.
A la prensa británica le costó trabajo encasillar el sonido de 10cc. No era rock, no era hard rock, no era pop, no era jazz rock, no era rock progresivo ni psicodelia, pero tenía todos esos elementos presentes. Si se oye detenidamente el álbum Sheet Music (1974), hay una serie de experiencias sonoras y musicales que rompen con todo lo que se producía en ese momento. Pensemos en Led Zeppelin, Pink Floyd o Wings y no había forma de relacionarlos con la banda de Stewart. Para la prensa fue más fácil decir que 10cc sonaba a una mezcla de Frank Zappa con The Beatles y Genesis, que tratar de entender el fondo de su música. Y ahí radica parte de la magia de un grupo que siempre estuvo un paso adelante de sus pares, justamente por esa capacidad inusual de experimentar en el estudio. Sheet Music, segundo álbum de 10cc, logró lo que Jonathan King esperaba del primero: llegar al top 10 de los más vendidos del Reino Unido y de pasó impactar en Estados Unidos.
A la prensa británica le costó trabajo encasillar el sonido de 10cc. No era rock, no era hard rock, no era pop, no era jazz rock, no era rock progresivo ni psicodelia, pero tenía todos esos elementos presentes.
Es posible que la crisis existencial de Gloria Stewart hubiera coincidido con el momento en el que la banda despegó en tierras lejanas. Ese éxito supuso viajes y presentaciones que mantuvieron a 10cc lejos del Reino Unido durante un tiempo. Algo que los tomó por sorpresa porque ninguno de ellos quería o pretendía que la banda adquiriera grandes dimensiones. Preferían el bajo perfil, el arte por el arte. Pero la rueda estaba suelta y no había forma de pararla. A pesar del éxito de Sheet Music, algunos problemas financieros del sello de Jonathan King llevaron a 10cc a replantear su acuerdo con el productor. La discográfica Philips Phonogram apareció a finales de 1974 en el radar del grupo con un acuerdo que les cambió las reglas del juego. Ofrecieron pagarle a Jonathan King lo necesario para quedarse con los derechos de los dos primeros álbumes y firmaron un contrato para grabar cinco trabajos en estudio, en cinco años. ¿Por qué Philips tomó esa actitud con una banda que recién estaba construyendo su camino? La respuesta está en el demo de “I´m Not In Love” que llegó a las manos de Nigel Grainge, A & R de Philips, quien no dudó en darse cuenta de que tenía una obra maestra entre manos. Apostó en grande y todos ganaron.
Tras el té con su esposa Gloria, Eric Stewart pasó varios días refugiado en el estudio de su casa pensando en aquella conversación. Decidió que volvería ese reclamo una canción de amor. Escribió algunas ideas y fue desarrollando la base melódica tras escuchar “Samba do Jato” de Vinicius y Toquinho, una bossa nova que había descubierto en una tienda de discos de Manchester. Gastó medio bloc de hojas hasta que encontró la línea principal que le daría forma a la canción. “Llevaba varios días desarrollando notas aleatorias, pero ninguna me parecía adecuada, algo no cerraba. Recordé que cuando vivía con mis padres, había tapado una grieta en la pared con una foto de Gloria. Escribí: I keep your picture up on the wall, it hides a nasty stain. A partir de ese punto la canción tomó vida propia”, le dijo Stewart a la revista Classic Rock en 2016.
Tras el té con su esposa Gloria, Eric Stewart pasó varios días refugiado en el estudio de su casa pensando en aquella conversación. Decidió que volvería ese reclamo una canción de amor.
Emocionado, Stewart se la presentó a los otros tres miembros de 10cc como la punta de lanza para un nuevo álbum. A Graham Gouldman le encantó y usó algunos acordes de la “Chica de Ipanema” para terminarla. Pero el baterista Kevin Godley se puso furioso y los recriminó. “¿Qué es esta mierda de canción? ¿Cómo se te ocurre decir que no estás enamorado? No puedes decir eso”. Stewart y Gouldman grabaron un primer demo con guitarra y voz, e insistieron en que debían incluirla en el nuevo álbum, a pesar de la resistencia de los otros dos miembros de la banda . Sin embargo, debido a ese desacuerdo, decidieron dejarla de lado por un tiempo y se concentraron en otras canciones. Una tarde, mientras Stewart llenaba unos formularios, se dio cuenta de que la secretaria del estudio silbaba su canción de amor. “Sabía que teníamos una gran melodía, pero no la habíamos captado bien. Será un éxito”, pensó.
“I´m Not In Love” fue el sencillo que los posicionó en la radio norteamericana gracias al número 2 que logró en Billboard y el número 1 en las listas británicas.
Tras la insistencia de Stewart, Godley sugirió que le apostaran a una introducción vocal en la que usarían la técnica del multitracking para multiplicar la fuerza de un sonido ya que no podían contratar un coro. Todos estuvieron de acuerdo y decidieron darle un segundo chance a la canción de Stewart. El multitrack recording fue una técnica que empezó a usarse desde mediados de los años cincuenta en Estados Unidos, y que básicamente les permite a los músicos grabar por separado, en diversos canales de audio, pistas para crear en edición un conjunto de música cohesionada y sincronizada. El guitarrista Les Paul fue pionero en usar esta técnica. Durante tres semanas, Stewart grabó las voces de Gouldman, Godley y Creme recitando “ahhhhh” dieciséis veces por cada nota de la escala cromática, para construir un coro de cuarenta y ocho voces por cada nota. Godley sugirió mantener las notas vocales durante un tiempo indefinido para que funcionaran como una especie de mellotron que acompañaría a la melodía de la canción. El problema era cómo hacerlo.
Pero el baterista Kevin Godley se puso furioso y los recriminó. “¿Qué es esta mierda de canción? ¿Cómo se te ocurre decir que no estás enamorado? No puedes decir eso”.
A Lol Creme se le ocurrió que con bucles de cinta se podía resolver esa idea. Crearon rollos de tres metros que eran pasados por los cabezales de la grabadora estéreo del estudio y así le dieron forma a los bucles largos que se fueron empalmando entre sí con cinta adhesiva. Tras crear doce bucles para cada una de las doce notas de la escala cromática, Stewart las reprodujo a través de un canal independiente de la mesa de mezclas. De esa manera la consola se convertía en un instrumento musical con todas las notas de la escala cromática. Stewart usó cinta adhesiva en la parte inferior de cada canal para que fuera imposible desvanecer completamente las pistas para cada nota, lo que dio lugar al constante silbido de fondo de las voces que se escucha a lo largo de la canción. Pero había más: la secretaria jugaría un rol clave en el tema.
“La canción tenía una sección intermedia que decía: Don’t feel let down. Don’t get hung up. We do what we can, do what we must. Pero era patético. Sabíamos que necesitaba algo más. Justo cuando estábamos discutiendo esto, nuestra secretaria se asomó para decirnos que alguien estaba al teléfono. Lol escuchó su voz y se le ocurrió que podríamos usarla en una parte de la canción. Aunque le costó un poco convencerla, consiguió que ella dijera: Be quiet, big boys don’t cry. Fue hermoso”, recuerda Gouldman.
El legado de 10cc: un cúmulo de voces etéreas e infinitas que influyeron a lo largo de las décadas en una variedad de artistas de diversos géneros y estilos.
El resultado fue una canción de seis minutos y doce segundos que no tendría ninguna posibilidad de sonar en la radio comercial. Stewart no entendía qué habían hecho, pero dejaría que la disquera se encargara del resto. The Original Soundtrack se lanzó al mercado en marzo de 1975 con el sencillo promocional “Life is a Minestrone” que alcanzó el número 7 en listas británicas. Sin embargo, el golpe certero estaba por suceder en mayo de ese año cuando se lanzó “I´m Not In Love”, el sencillo que los posicionó en la radio norteamericana gracias al número 2 que logró en Billboard y el número 1 en las listas británicas. “Recuerdo que la BBC nos pidió una versión más corta de “I´m Not In Love”. Les respondimos que era el equivalente a pedirle a Mozart que acortara la Sinfonía nº 4”, le dijo Stewart a Classic Rock.
Pero más allá de los números importantes en rotación de éxitos radiales, esa canción es toda una lección magistral de composición e ingeniería de sonido. Un cúmulo de voces etéreas e infinitas que influyeron a lo largo de las décadas en una variedad de artistas de diversos géneros y estilos. Sin las canciones “I’m Not In Love” y “Une Nuit A Paris”, del mismo álbum, “Bohemian Rhapsody” (ojo al no casual estribillo ´Notre Dame is Ringing his bells, another gendarme has gone to hell´) o “Somebody to Love” de Queen no hubiesen tenido razón de ser. Tampoco “Just the Way You Are” de Billy Joel, otra hija natural de ese gran legado de 10cc, o alguna de las genialidades de Talk Talk, David Bowie, U2 y Roxy Music en los años ochenta.
En 1976, tras el lanzamiento del álbum How Dare You, las tensiones entre Godley y Creme con Stewart y Gouldman se hicieron insostenibles y la dupla experimental se marchó para emprender una exitosa carrera en solitario con la que dejaron algunos éxitos como “Under Your Thumb”, “Wedding Bells” y “Cry”, éxito de 1985, además de un par de álbumes de buena factura como Consequences (1977) y Freeze Frame (1979).
Recuerdo que la BBC nos pidió una versión más corta de “I´m Not In Love”. Les respondimos que era el equivalente a pedirle a Mozart que acortara la Sinfonía nº 4”, le dijo Stewart a Classic Rock.
Sin duda, 10cc es una de las bandas más importantes e influyentes de la historia del rock, no tan valorada o recordada en la medida que los éxitos suelen determinar el impacto de una obra. Sin embargo, basta con escuchar la totalidad de sus álbumes, especialmente los primeros cuatro, para notar que en su propuesta había un valor artístico agregado que otras bandas del momento no lograron transmitir por el afán de lograr éxitos. Nunca es tarde para revisitar y descubrir un legado que se ha sostenido en el tiempo, más allá de “I´m Not In Love” que es mucho más que una “tonta balada de amor”.
Vea aquí el video
https://www.youtube.com/watch?v=STugQ0X1NoI
Escuche el álbum en Spotify
https://open.spotify.com/album/1CMgmJjMFskwwmK8h8j1Oj?si=DbEs45cMRhGv5HJXyuJDzA&dl_branch=1