Al recorrer Chapinero, uno de los barrios más tradicionales de Bogotá, reconocido por su gran oferta gastronómica y por ser el escenario de las mejores fiestas en la capital colombiana, es altamente probable que uno pase por alto una pequeña puerta que esconde un rincón que resulta ser un refugio y el lugar favorito para los amantes del ron, la salsa y el son cubano.
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Un lugar capaz de hacerlo olvidar el frío de la capital colombiana.
Se trata de Bar Continental, que desde hace cinco años apostó por convertir el ron y los cócteles en una auténtica experiencia de la cultura caribeña y latinoamericana. Es un espacio que nace para rendir tributo y homenaje a las tradiciones y a la energía vibrante del Caribe que contagia hasta al más citadino.
Entrar en Bar Continental es escabullirse por un rato del bullicio de la gran ciudad para encontrarse con un lugar acogedor, que propicia las buenas conversaciones, que le da valor a los grandes exponentes de la música y que pretende ser el espacio donde se cuenten grandes historias a través de la comida, de los tragos y del son.
Los bartenders están siempre dispuestos a conocer a quienes acuden a la barra con la intención de salir de la rutina, haciendo recomendaciones absolutamente acertadas según el gusto de los comensales. Así le dan vida a una carta que tiene un Lado A, más ligero y divertido, y un Lado B, un poco más oscuro y contundente, al mejor estilo de los casetes de antes.
Es el paraíso de los melómanos, porque además de la gran selección musical del lugar, el volumen de la música no está tan alto cómo en todos los establecimientos vecinos, donde difícilmente se logra tener una conversación sin quedarse sin voz. Por el contrario, está en la intensidad perfecta para disfrutarla, apreciarla y compartirla con otros.
Entrar en Bar Continental es escabullirse por un rato del bullicio de la gran ciudad para encontrarse con un lugar acogedor, que propicia las buenas conversaciones, que le da valor a los grandes exponentes de la música y que pretende ser el espacio donde se cuenten grandes historias a través de la comida, de los tragos y del son.
Los fines de semana tienen eventos con DJs invitados, que seleccionan sus mejores discos de vinilo, con la dosis exacta de nostalgia, sabor y buen gusto, lo que hace que la experiencia sea aún mejor. También tienen su “Salsatón”, el icónico evento de vinilos y salsa dura, donde todo el lugar se convierte en una pista de baile cuyas baldosas resisten la noche entera.
Continental Drift, miel negra y chocolate

No sabemos qué clase de brujería trae este coctel. Al leer “chocolate” dentro de sus ingredientes pensamos que iba a ser un trago dulce. Todo lo contrario. Al probarlo, realmente huele a chocolate pero inesperadamente es un trago potente, robusto y algo amargo, para quienes prefieren algo más fuerte.
Monte Manglar, jamaica y cardamomo
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Es uno de los clásicos de Continental y ningún otro ha logrado quitarle el trono en una carta que se renueva cada año. Muy refrescante y con sabores frutales que transportan inmediatamente a una tarde en una playa del Caribe.
Con yuca frita, salsa criolla y suero de toda la vida.
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Nada que agregar. ¿Quién no ama el chicharrón con suero?