Relatto | El cuento de la realidad
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Las películas sobre chefs y el entorno de la cocina son un rubro interesante. Los títulos sobran entre géneros que van del misterio al romance, al drama y la comedia, pero siempre ha habido títulos de interés. Pig (2021) con Nicholas Cage, trataba sobre un ermitaño chef renegado con una cerdo especialista en detectar trufas –uno de los mejores trabajos del actor más extravagante de Hollywood–. Cómo olvidar El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (1989), técnicamente un filme sobre crimen pero que aprovechaba el entorno de una mesa y la sensualidad de Helen Mirren. Todos dirán de inmediato Ratatouille (2007) de Pixar, pero también quisiera recordar un filme más reciente y olvidado como Un viaje de diez metros (The Hundred-Foot Journey, 2014), un cálido drama sobre la rivalidad entre un restaurante francés y uno de comida india en un pequeño pueblo perdido. Como dato curioso, Helen Mirren también anda por allí.

Es el turno de El menú, cuyo principal interés está en el nivel del elenco convocado. Está Anya Taylor-Joy, por supuesto (siempre está en todas partes estos días), y también Ralph Fiennes junto a John Leguziamo, un reaparecido Nicholas Hoult (joven actor con algunos altibajos en su fimografía), e incluso está por ahí Judith Light, a quienes los cuarentones como yo recordarán como Angela Bower, la acaudalada dueña de casa en la comedia ¿Quién manda a quién? (Who’s the Boss?) con Tony Danza. 

El reparto incluye a Ralph Fiennes, Anya Taylor-Joy, Ralph Fiennes, John Leguziamo, Nicholas Hoult y Judith Light.

The Menu propone una historia macabra. Un grupo de privilegiados VIPs llegarán a Howthorne, un exclusivo restaurante ubicado en una isla privada, donde el regente es el chef Julian Slowik (Fiennes), un tipo renombrado e influyente pero a quien conoceremos en un actitud sombría. Tyler (Hoult) es un foodie fanatizado del chef, a quien idolatra de modo absurdo; asistirá a la cita llevando como acompañante a Margot (Taylor-Joy), una escort a quien no conoce realmente. Nos iremos enterando que cada comensal tiene una razón para estar allí, y que Slowik tiene a sus cocineros aleccionados a la manera de un culto religioso extremo. Del mismo modo, los platillos del “menú” progresarán en sus referencias a la vida privada de sus consumidores. Algo definitivamente anda mal.

Es el turno de 'El menú', cuyo principal interés está en el nivel del elenco convocado.

Los elementos de El menú los conocemos de otras obras, rastreables incluso hasta La isla del doctor Moreau, la novela de H. G. Wells de 1896. El lugar recóndito, el líder extravagante, las maquinaciones que conducen a fines extremos. Igualmente, El menú incorpora guiños pop que van desde la serie setentera La isla de la fantasía hasta la saga de terror de El juego del miedo (Saw), ya que cada personaje tiene un por qué para estar allí y es poco el control que tendrá sobre lo que ocurra sobre sí mismo. 

Ralph Fiennes reedita sus mejores dotes maquiavélicas haciendo de su chef Slowik una versión culinaria de Hannibal Lecter con Lord Voldemort: la voz pausada casi gutural, el peinado hacia atrás, la dicción a cuentagotas, los ojos entristecidos por un destino acaso inminente y fatal. Pero en teoría es Taylor-Joy la contraparte de sanidad mental que requiere el relato y en eso la popular actriz no da la talla. Hay simplemente demasiados personajes y elementos en juego para que Margot destaque sino hasta inicios del tercer acto. Siempre una presencia incómoda para el chef, el personaje de Margot es el único de carne y hueso del filme –Tyler es un foodie inverosímil y plástico– pero está condenada a permanecer en su asiento buscando cómo huir. Y entre el resto de comensales destaca un trío de inversionistas dudosos y el actor venido a menos interpretado por Leguziamo. Hay una crítica de comida llamada Lilian Bloom (Janet McTeer) que representa bien el esnobismo que puede llegar a justificar las ideas más absurdas de sus chefs favoritos.  

El personaje de Margot (Anya Taylor-Joyes) el único de carne y hueso del filme.

Como crónica de una implosión, El menú se mofa abiertamente de las exquisiteces de la comida gourmet. Siendo peruano, algo sé de eso; vivo en un país con dos restaurantes entre los 15 primeros del mundo (Central, puesto 2; Maido, puesto 11 según se supo en julio de este año), y el paisaje de restaurantes ha generado versiones de platos tradicionales como el lomo saltado que multiplican hasta cuatro veces su costo según el restaurante. El guionista Will Tracy visitó el restaurante noruego Cornelius y tuvo la idea original basada en sus experiencias. Viendo Cornelius desde su Web, tiene mucho del aspecto de Hawthorne; con los grandes ventanales al lado de las mesas junto a un lago. 

Ralph Fiennes reedita sus mejores dotes maquiavélicas haciendo de su chef Slowik una versión culinaria de Hannibal Lecter con Lord Voldemort: la voz pausada casi gutural, el peinado hacia atrás, la dicción a cuentagotas, los ojos entristecidos por un destino acaso inminente y fatal.

La dirección de Mylod se asegura de mantener una atmósfera tensa pero que anticipa grandes revelaciones que nunca llegan; conocemos ya el fin de la historia a los veinte minutos. El efecto final es decepcionante y reiterativo; El menú, con todos sus ingredientes, es un cuento opaco salido del horno a medio cocer. Ni Taylor-Joy ni Fiennes –menos, Hoult o Leguziamo– pueden salvarnos del ridículo que hacen los jóvenes cocineros que solo tienen como respuesta “¡sí, chef!”. En este juego macabro, las críticas al establishment, al mundo culinario y al hedonismo capitalista se dejan caer como impostaciones deshonestas para justificar una puesta en escena que toma elementos de teatro del absurdo, sin la profundidad, ni el sabor.

Definitivamente, “no, chef”. 

 

FICHA TÉCNICA

Película: El menú

País: Estados Unidos

Año: 2022

Director: Mark Mylod

Protagonistas: Ralph Fiennes, Anya Taylor-Joy, Nicholas Hoult, Hong Chau, John Leguziamo 

Disponible en: Cines

Calificación: 3/5

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