Relatto | El cuento de la realidad
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Para muchos, “Shazam” es una palabra inexplicable; para quienes no estamos sumergidos en el mundo de las historietas es además una lejana referencia –confusa en el mejor de los casos– de un héroe que hasta el año 2019 gravitaba en el olvido. Aquel año llegó la película del mismo nombre, ¡Shazam!, y gracias a ese primer paso tenemos ahora a Black Adam, un spin-off con Dwayne Johnson de coproductor y protagonista.

Dwayne Johnson de coproductor y protagonista de "Black Adam".

Shazam, el personaje, fue creado en 1939 por C. C. Beck y Bill Parker para Fawcett Comics, una pequeña casa editorial que luego fuera adquirida por DC Comics (por entonces llamada National Publications y que ya tenía en el mercado a Superman, aparecido un año antes). El nombre original era Capitán Marvel, o Capitán Maravilla, como también se le conoció, uno de los superhéroes más populares de los cuarenta. De hecho, su película Las aventuras del Capitán Maravilla (1941) –en realidad, un grupo de 12 cortos a modo de serial– fue la primera adaptación a la pantalla grande de una historia de superhéroes y está disponible en YouTube. El cuento era así: el joven Billy Baxton recibe poderes en la forma del Capitán Maravilla (la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, el valor de Aquiles y la velocidad de Mercurio). La inicial de cada nombre compone la palabra Shazam. La publicación se canceló en 1953, pero en 1972, DC Comics decidió reintroducir el personaje al mercado como Capitán Marvel, y la Marvel Comics decidió llevar el asunto a juicio ya que contaba para entonces con su propia Capitana Marvel (la Carol Danvers de las películas actuales del Universo Cinemático Marvel). La justicia decidió a favor de Marvel, y DC renombró a su Capitán Maravilla como “Shazam: el mortal más poderoso del mundo”.

La nueva película reescribe a Black Adam como el héroe caído de un reino ficticio llamado Kahndaq, 2600 años a.C.

Black Adam era uno de los enemigos más famosos de Shazam; fue en años recientes que se le ha reconfigurado como un antihéroe incomprendido. Black Adam, el filme, reescribe una vez más la historia del personaje y lo ubica como el héroe caído de un reino ficticio llamado Kahndaq, 2600 años a.C.Ahí vemos cómo un niño esclavo llamado Hurut (Jalon Christian) lidera una rebelión contra la tiranía del rey y para ello recibe de unos seres celestiales los poderes de Shazam. Convertido en Teth-Adam (Dwayne Johnson), este derroca al rey convirtiéndose en el campeón de Kahndaq. Volviendo a la actualidad, la catedrática Adrianna Tomaz (Sarah Shahi) integra la resistencia a las fuerzas invasoras de Kahndaq; junto a dos compañeros buscan respuestas en la misteriosa “corona de Sabbac”, un ornamento que pudiera ser clave en su lucha. Adrianna hallará la joya, desatando la cacería de la poderosa organización criminal Intergang. Teth-Adam será liberado de su sueño eterno en principio para luchar contra la Intergang, pero también para enfrentarse a los miembros de la Sociedad de la Justicia de América (JSA), una organización de superhéroes enviados por nuestra conocida Amanda Waller (Viola Davis, de nuevo en el rol que le conocimos en Escuadrón Suicida). La JSA no confía en Teth-Adam.

La publicación se canceló en 1953, pero en 1972, DC Comics decidió reintroducir el personaje al mercado como Capitán Marvel, y la Marvel Comics decidió llevar el asunto a juicio ya que contaba para entonces con su propia Capitana Marvel (la Carol Danvers de las películas actuales del Universo Cinemático Marvel).

Dwayne Johnson pisa fuerte de la mano de Jaume Collet-Serra, un director que sigue la escuela visual de Zack Snyder al dedillo –las secuencias en cámara lenta, los altos contrastes–, llegando a calcar un famoso instante de 300 y tomando prestado bastante de la narrativa de épica de El señor de los anillos de Peter Jackson en la apertura introductoria que recapitula la historia de Teth-Adam. Como decía, la historia es no-canónica y dejará insatisfechos a los más exigentes seguidores de los cómics. Tampoco los héroes de la JSA son tal cual se los conoce en el impreso –Aldis Hodge como Hawkman, Noah Centineo como Atom Smasher, Quintessa Swindell como Cyclone y el señor Pierce Brosnan como Doctro Fate– Hawkman resulta una presencia irritante y mandona mientras que Atom Smasher es un chiquillo torpe en todo momento. Quintessa Swindell hace de su Cyclone una presencia inteligente que cataliza la testosterona que le rodea pero es Brosnan quien tiene el mejor rol del grupo, aunque Brosnan intenta darle a su personaje una profundidad shakespereana para la cual no está del todo capacitado. 

Black Adam era uno de los enemigos más famosos de Shazam; fue en años recientes que se le ha reconfigurado como un antihéroe incomprendido.

No hay que dejar pasar el fuerte paralelo entre la ocupación de la Kahndaq contemporánea a cargo de la Intergang con la ocupación de Palestina a cargo de Israel. La referencia es evidente y es el manifiesto político más audaz de las producciones de la casa DC. ¿Un superhéroe salido de los territorios ocupados es la respuesta al conflicto? Las aristas de análisis son múltiples. 

Decía que Johnson “pisa fuerte” porque Black Adam es una buena noticia frente a las varias decepciones que trajeron los títulos de Superman, el Escuadrón Suicida y Harley Quinn. Black Adam restituye la fe perdida ya que es un buen filme de acción explosiva e incesante con un guion por momentos forzado, incongruente, pero que parece haber descubierto una veta: si no se muestra sangre, lo que se muestra no es tan violento. Thet-Adam/Black Adam mata y mata llegando hasta a ser cómico, aunque no hay un solo instante de violencia extrema, con apenas alguna ropa manchada de rojo. Entre los puntos flacos, el filme de Collet-Serra se rinde ante su dependencia de los efectos digitales; prácticamente no hay una escena sin abusar de ellos. Se ve muy bien, eso sí. Por el lado de Johnson, al verse restringido en un personaje con ambigüedad oscura, este no puede recurrir a su carisma o a su sonrisa ganadora para sostener el filme, sino que debe realmente actuar. O algo por el estilo. 

Black Adam restituye la fe perdida ya que es un buen filme de acción explosiva e incesante con un guion por momentos forzado, incongruente, pero que parece haber descubierto una veta: si no se muestra sangre, lo que se muestra no es tan violento. 

Sin embargo, lo mejor de todo Black Adam es su escena postcréditos. Un momento que pone fin –por ahora– a años de sufrimientos para los devotos de DC y les regala la imagen que hace mucho, mucho estaban esperando. Ámenla u ódienla, Black Adam es una buena noticia para las hordas de sufridos fans de DC.

FICHA TÉCNICA

Película: Black Adam

País: Estados Unidos

Año: 2022

Director: Jaume Collet-Sierra

Protagonistas: Dwayne Johnson, Pierce Brosnan, Aldis Hodge, Noah Centineo 

Disponible en: Cines

Calificación: 3.5/5

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